Un grave problema mental
Hablar de emociones animales causa a veces controversias, sin embargo, tanto los científicos como los que convivimos con mascotas, sin caer en el error de humanizarlos, sabemos que las experimentan. Sencillamente son cualidades de cada especie. Nuestras mascotas manifiestan alegría, ternura, interés, tristeza, miedo y también ansiedad.
La ansiedad es una emoción normal en humanos y animales, es una forma adaptativa que permite responder ante una situación de riesgo, involucra tanto la esfera mental como la esfera física y fisiológica del individuo y desencadena en el organismo una cadena de reacciones que vuelven al estado normal cuando se percibe que ha pasado el peligro, el problema surge cuando la reacción ocurre ante un peligro indeterminado y es desproporcionada.
Ansiedad por separación (APS
es un trastorno psíquico que representa la mayoría de consultas por comportamiento en perros, altera la convivencia, es la principal causa de abandono y en algunos casos se llega a la eutanasia. Es muy importante conocer que es un grave problema de salud mental que debe ser consultado a un médico veterinario con experiencia en etología o en psicología animal. Todas las recomendaciones de entrenadores y las que encuentras al consultar por tu cuenta son bienvenidas, pero la mejor es comenzar por el especialista
¿Cómo saber si tu perro sufre ansiedad por separación?
El vínculo animal-humano es la base de una sana relación, todos nos sentimos felices cuando sabemos que nuestro perro nos ama tanto, así lo describen muchas frases célebres sobre amistad, lealtad y amor incondicional. Pero este vínculo debe ser bien establecido desde el principio, ya que es también el núcleo del problema de la APS. Literalmente tu perro siente que “no puede vivir sin ti”, él no está en capacidad de predecir cuanto tiempo vas a tardar en volver.
La cadena emocional inicia cuando percibe que vas a salir – lo vas a dejar solo- está atento a tus rutinas, el bolso, las llaves, los zapatos, el perfume y como te comportas con él; comienza a seguirte, jadear, babear, quejarse o se queda en un rincón muy triste, esto se conoce como anticipación. Posterior a tu salida, vocaliza, ladra, aúlla, rasca la pared y la puerta, es la mayor queja de tus vecinos. Luego comienza a desgarrar muebles y objetos que relaciona contigo, es tanta su desesperación y sufrimiento que llega a orinar o defecar. Por favor, debes comprender que esto no lo hace por venganza, tu perro no es malo; estas conductas van logrando disminuir la angustia que experimenta.
A tu regreso encuentras tremendo desastre, lo castigas, lo maltratas, contrario a lo que espera de ti. Le ves la cara de culpa porque crees que es consciente de lo que hizo. El perro únicamente sabe que cuando vuelvas, a pesar de haberte extrañado tanto, lo vas a regañar. Este es un reforzador para la alteración de su conducta y se convierte en un enfermizo circulo vicioso. Para ti es un tormento salir, estás por fuera pensando en qué está haciendo y regresas predispuesto al desastre.
Principales causas
Entre las principales causas encontramos: 1) separación de la madre antes de la semana 8, porque ella es la que termina el vínculo primario. Al ser roto este, el vínculo secundario que debe establecer contigo es inadecuado y se instaura una relación de hiperapego. 2) La relación que tienes con el perro. Normas, disciplina, humanización, permisividad, hiperapego mutuo, ser predecible en tus rutinas, reforzar su ansiedad al salir y al regresar.
Si has identificado al menos una de las conductas descritas consulta inmediatamente con tu veterinari@. El etólogo te va a ayudar a analizar tus rutinas y a detectar lo que desencadena la ansiedad en tu perro y así mismo la forma de cambiar su comportamiento rompiendo esas asociaciones. En algunos casos el profesional implementa un tratamiento con medicamentos, homeopatía, esencias florales, etc. Si tu decisión es abandonarlo, seguramente con mucha tristeza solucionas tu problema, pero para tu perro será caótico, te convertirás en un trauma de por vida y seguramente, si no se le da el tratamiento adecuado, va a ser abandonado muchas veces.
Algunas recomendaciones que funcionan son: ignorarlo media hora antes de salir y al llegar, saludarlo cuando ya no este ansioso; no entregarle huesos o juguetes al salir, dejarlos todo el tiempo a su disposición; cambiar el orden de tu rutina, pero no salir, luego progresar a salir y entrar de inmediato, luego salir por intervalos de minutos irregulares. Esto puede llevar varios días. Es importante dejarlo unos ratos cortos solo desde cachorro, pero si es un adulto adoptado no lo dejes solo hasta estar seguro de que no va a desencadenar ansiedad. En todos los casos, adiestramiento en obediencia básica.